* “¿Hasta cuándo el abandono? Almoloya de Juárez, un municipio sin rumbo en seguridad”

Almoloya de Juárez, México. – La seguridad pública en este municipio atraviesa una crisis sin precedentes. Con apenas 140 policías activos para atender a más de 175 mil habitantes distribuidos en 105 localidades —incluidas 17 comunidades indígenas reconocidas oficialmente, con posibilidad de ampliar a 28 al sumar mazahuas y otomíes—, la renuncia de más de 50 elementos en los últimos meses ha debilitado de manera significativa la capacidad operativa de la corporación.

De acuerdo con fuentes internas y testimonios ciudadanos, las renuncias estarían relacionadas con malas condiciones laborales, tratos inadecuados y asignaciones cuestionables. Entre éstas destaca la denuncia de que se utilizan policías para custodiar gasolineras en lugar de reforzar la vigilancia en calles y comunidades, lo que mantiene patrullas detenidas y alarga los tiempos de respuesta a emergencias.
Mientras tanto, la percepción de inseguridad sigue en aumento. La tasa actual de elementos policiales es de apenas 0.8 por cada 1,000 habitantes, muy por debajo del estándar recomendado de 1.5 a 2 por cada 1,000.

Diversos sectores señalan que la administración del presidente municipal Adolfo Solís Gómez no ha logrado garantizar un esquema de seguridad sólido, y persisten señalamientos sobre la permanencia de supuestos “aviadores” en la nómina, así como sobre la efectividad real de las estrategias implementadas. Incluso se cuestiona la actuación de mandos como el comandante Escalona Lemus, a quien atribuyen asignaciones fuera de las funciones propias de seguridad pública, lo que, según testimonios, deja a comunidades desprotegidas.
Con este panorama, Almoloya de Juárez se coloca entre los municipios con mayores retos en materia de seguridad en el Estado de México. La ciudadanía demanda acciones claras, transparentes y efectivas para revertir esta situación y garantizar la protección en todas sus localidades, colonias y comunidades indígenas.