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Almoloya de Juárez, México.– Este domingo quedó exhibido —una vez más y sin lugar a dudas— el verdadero rostro del gobierno de #AdolfoSolísGómez: desorden, improvisación, voracidad recaudatoria y un desprecio absoluto por la ciudadanía.

La calzada del panteón municipal fue invadida por un tianguis avalado o permitido por #Gobernación Municipal, convirtiendo un espacio solemne en un corredor de obstáculos y gritos, donde el respeto quedó enterrado entre puestos y lonas.

Lo ocurrido no es menor: un cortejo fúnebre tuvo que abrirse paso entre comerciantes y estructuras porque el Ayuntamiento decidió priorizar cobrar permisos antes que garantizar el paso hacia el panteón.

La escena fue tan indignante como simbólica: familiares cargando un féretro mientras sorteaban puestos, mercancía y obstáculos que el propio gobierno dejó crecer.

Una imagen que retrata, sin filtros, lo que es hoy Almoloya bajo la administración de Solís Gómez.

Un gobierno que ya perdió la brújula… si es que algún día la tuvo, El caos en la calzada no es un hecho aislado: es el resultado de un Ayuntamiento que opera como si el municipio fuera una caja registradora y no una responsabilidad pública.

Mientras los ciudadanos padecen inseguridad, abandono, baches, oscuridad y obras inexistentes, el gobierno municipal demuestra que lo único que funciona con puntualidad suiza es el cobro de espacios, permisos y cuotas.

La indignación crece, la incapacidad también, Los vecinos no se explican cómo es posible que el alcalde permita semejante desorden en un lugar que debería tener libre acceso, sobre todo para quienes acuden a despedir a un ser querido.

Pero la respuesta es evidente: este gobierno lo permite porque le conviene, porque donde otros ven una falta de respeto, ellos ven ingresos.

Y si en algo han sido consistentes, es en su capacidad para fallarle a la población una y otra vez. Seguridad, obra pública, ordenamiento, servicios… nada de eso avanza.

Pero eso sí: el descontrol que genera dinero, ese crece.

Almoloya merece mucho más que un gobierno que ni a los muertos respeta, Lo ocurrido en el panteón es la gota que derrama el vaso y confirma lo que ya se comenta en colonias, comunidades y hasta dentro del propio Ayuntamiento de la plaza Invernalia propiedad del edil:

esta administración está rebasada, perdida y hundida en sus propias decisiones torpes.

En Almoloya de Juárez, hoy quedó claro, el gobierno municipal no sólo estorba…

está estorbando hasta en el último adiós.