* «En Almoloya de Juárez, Adolfo Solís, mejor conocido como el circense, demuestra que lo suyo no es gobernar. sino armar pachangas.»

Almoloya de Juárez, México – Para lo único que parece tener talento el presidente municipal Adolfo Solís Gómez, mejor conocido como el circense, es para organizar pachangas. En eso sí, nadie le gana. Pero cuando se trata de gobernar y poner orden, incluso entre sus propios colaboradores, simplemente no puede.

La administración que encabeza Solís Gómez ha quedado reducida a un show de discursos vacíos y fotos para las redes sociales. Promesas que no se cumplen y palabras que no pasan del papel. Un gobierno más de imagen que de resultados.

El desorden es evidente incluso frente al propio Palacio Municipal, donde solo los funcionarios cercanos al alcalde tienen el privilegio de estacionarse impunemente. Cualquier ciudadano común que intente hacer lo mismo es inmediatamente retirado por las autoridades. Una clara muestra del trato desigual y el abuso de poder que impera en esta administración.

En lugar de poner el ejemplo, el gobierno de Adolfo Solís promueve el favoritismo y la simulación. Y mientras los problemas reales del municipio se acumulan, el circo sigue… pero sin pan para el pueblo.